Ada Colau inaugura en la playa un contador de muertos del Mediterráneo mientras encierra a supervivientes en CIE. Pero su política disuasoria de «buen rollo» da «mala vibra» a sus antiguos apoyos
Ada Colau inaugura en la playa un contador de muertos del Mediterráneo mientras encierra a supervivientes en CIE. Pero su política disuasoria de «buen rollo» da «mala vibra» a sus antiguos apoyos