El Alcalde de la localidad guarda omertà sobre los hechos mientras la Consellera ha pretendido cargar las culpas sobre una sacrificada enfermera.

El Alcalde de Igualada, Marc Castells, de Junts per Catalunya (JXC, ex Convergència) evita informar sobre los empresarios locales que participaron en la feria de la piel de Milán una semana antes de una cena que pudo desencadenar el brote de coronavirus en la comarca.
En sus comparecencias diarias para informar de la situación, el «post-convergente» elude hablar de la información revelada el sábado, así como de la enfermera a la que se apuntaba como «paciente cero» de Igualada. La sanitaria desmintió haber asistido al mencionado banquete.
«No buscar culpables»
Tanto Castells como la Consejera del Departamento de Salud de la Generalitat, Alba Vergès, de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), y natural de la misma ciudad, el sábado cambiaron el tono y llamaron a “no buscar culpables”, sin referirse a la información sobre la presencia de dichos empresarios en la feria de Milán ni al banquete del 28 de febrero en el Ateneo de la localidad. Tampoco respondieron a las manifestaciones de la enfermera.
El silencio respecto a esta situación contrasta con las reclamaciones del Ayuntamiento a la Generalitat. El Alcalde recalca que es “un momento muy grave y complicado” y exige al Govern “que envíe efectivos” para los centros sanitarios y hospitalarios de la zona.
La feria de peletería «Lineapelle» de Milán
No ha sido hasta el martes que el primer edil ha reconocido, por vez primera, que varias empresas de la ciudad estuvieron presentes en una feria de Milán pocos días antes del inicio del brote de coronavirus en la cuenca de Òdena. En su rueda de prensa diaria, Castells no ha puesto en duda que algunos vecinos de Igualada fuesen a Milán, aunque ha evitado responder si se les advirtió antes y después, o no, de los riesgos que ello suponía. Tampoco ha respondido por qué no se habló antes de esta situación.
Al menos ocho empresas de Igualada participaron en «Lineapelle», la feria de peletería de Milán, entre el 19 y el 21 de febrero, cuando Italia ya tenía los primeros casos de CoVid-19. Los empresarios pudieron acudir el país transalpino sin problemas porque todavía no había tomado las medidas drásticas para frenar el avance del virus SARS-CoV-2, si bien las autoridades sanitarias españolas ya pedían a los viajeros que tomaran precauciones.
Así las cosas, los gobiernos de Comunidad Valenciana y La Rioja, regiones que también estuvieron representadas en Milán, avisaron a los feriantes de los peligros a su regreso de Lombardía. En este sentido, el departamento de Salud Pública de la Generalidad Valenciana recomendó por carta el 24 de febrero a todas las empresas que habían participado en el encuentro y en la feria de calzado de Milán –que se celebró tres días antes– que acudieran a su médico si notaban el más mínimo síntoma. Cataluña, por el contrario, no contactó con el sector.
Después, y sin advertencias del Govern, algunos empresarios igualadinos que estuvieron en Lineapelle asistieron a una concurrida cena de jubilación el 28 de febrero –siete días después de la feria– y en ella participaron unos 53 comensales. Entre éstos estaban también miembros del patronato del Hospital de Igualada y su director, Fermí Capdevila –amigo del alcalde Castells–, así como personal del centro sanitario. Dicho ágape fue el origen del brote de coronavirus en la cuenca de Òdena, según reveló el viernes la Generalidad.
Enfermera como «chivo expiatorio»
El Govern, en cambio, ha omitido cualquier referencia a la presencia de estos empresarios en el banquete. Según la versión inicial de la consejera de Salud, Alba Vergés, del secretario de Salud Pública, Joan Guix, y de la subdirectora del CatSalut, Marta Chandre, el origen del brote en Igualada fue una enfermera del hospital que habría participado en la cena y que fue la primera persona diagnosticada en la ciudad, el 9 de marzo. Sin embargo, ella negó haber estado allí.
Viaje en autocares a Perpiñán
[Tras la cena, en la mañana del 29 de Marzo, 12 autocares fletados por Òmnium Cultural, con cerca de 400 personas, se dirigieron desde la comarca de Anoia hacia el acto político de Perpiñán con Puigdemont, Ponsatí, Romera y Torra, entre otros dirigentes de JXC. Asistieron al acto entre 100.000 y 150.000 personas, según la Prefectura francesa y los organizadores, respectivamente.

Seis de los autocares de la comarca, con unas 200 personas, partieron desde Igualada. Pocos días después, la totalidad de pasajeros de 5 de estos 6 autocares, presentaban síntomas de CoVid-19. La convivencia de infectados con varias decenas de personas durante al menos 7 horas en cada autocar, compartiendo el aire de su habitáculo, seguramente con animadas conversaciones e incluso cantos, fue determinante. A ello se suma la natural concentración de personas en el reciento de exposiciones que acogió el meeting con decenas de miles de personas, y en algunos casos, retenciones en la frontera y al llegar a la ciudad. A finales de Marzo, hay quien habla de Igualada como «el Wuhan catalán».]

Balance de mortalidad local
El brote de Igualada ha causado hasta hoy 107 muertes, según admite la Generalidad. Sin embargo, según expertos, seguramente los decesos consecuencia de este brote sean bastantes más, dada la dificultad de trazar toda la cadena de contagios y el mal disimulado complejo de culpa de los responsables autonómicos y locales.
[El día 31 de Marzo el alcalde de Igualada aventura, preocupado por la calidad de los datos oficiales, que podrían ser ya 93 muertos por CoVid19 en Igualada y alrededores, en vez de 67 que a la sazón reconocía la Generalitat, dado el exceso de muertes en la serie histórica demográfica de la zona y la escasez de análisis virológicos realizados.]
[Actualización de datos: 1/4/20]
Más información:
Anterior a 30/03/20:
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