
Las Elecciones Autonómicas de Madrid arrojan un hundimiento sin paliativos del bloque de partidos progresistas postmodernos: PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos bajan de 64 a 58 escaños En cambio, el Partido Popular de Díaz Ayuso obtiene en solitario 65 puestos, uno más que ellos.
A su vez, la candidata García antepuso, y como médico supo encarnar, las terroríficas carencias de la sanidad pública, preocupación perentoria de la mayoría social. Si se hubiera dejado llevar por las ensoñaciones «pijo-fláuticas» de su partido, el resultado sería hasta 10 diputados peor.
Es hora de dejar atrás la deriva «identitaria» y post-moderna de sectores acomodados de la chillona «izquierda infantil», que prioriza intereses y caprichos de diversos grupúsculos en lugar de atender necesidades reales y generalizadas. Es hora también de abandonar el pasteleo con los nacionalistas catalanes y vascos que desprecian y pisotean a sus compatriotas.
Ya es hora de reorganizar los sectores sociales sólidos que aspiramos a recuperar la prioridad para las víctimas del neoliberalismo, redefiniendo la izquierda con valores claros, coherentes y, ante todo, solidarios.
¡A trabajar!