Las decenas de miles de personas se marcharon en Barcelona el sábado 17 de marzo para defender una pensión digna, indignados por la ridícula actualización del 0,25% del Gobierno del PP de Mariano Rajoy, tuvieron que arremangarse para defender también el país ante los insultos de todo tipo de pensionistas que quieren la separación de Cataluña del resto de España, pero siempre y cuando sea España la que pague sus pensiones cuando sean independientes en su nuevo ‘Estat Català’.
Los jubilados españoles y sus hijos el 17-M en Barcelona
De los ‘nuestros’, allí en el centro de Barcelona, había un grupo de centro-izquierda patriótico formado por Enric Martínez, de la formación de «Unidos Sí»; Julio VIllacorta de «Socialistas en Positivo»; Francisco Oya, presidente de la entidad catalana «Profesores Por el bilingüismo»; Juan Camprubí, de «Democracia Efectiva»; y Bartolome Fraile, de la «Associació Cultural pel Progrés.
Desde luego, ante los insultos de los que quieren romper la sociedad catalana, este grupo de valientes reivindicó la instauración de la 18ª Comunidad Autónoma de España, Tabarnia, integrando el litoral de Tarragona, Barcelona y Gerona. De hecho, algunos de los jubilados españoles lo hacían ondeando la banderas de Tabarnia y de su coalición electoral Unidos y Socialistas+ por la Democracia, que blasona orgullosa el mapa de España. Por parte de los separatistas se oyeron insultos contra Tabarnia y contra España.
Los pensionistas separatistas atrapados en las mentiras de la burguesía explotadora de Puigdemont
Y es que el sábado algunos miles de nacionalistas parasitaban y trataban de pervertir la manifestación de los pensionistas con sus lazos amarillos en el pecho. Además, algunos -los más hispanófobos-, llevaban un triplete amarillo: chapa blanco con el mensaje en catalán: «Llibertat Presos Polítics», su lacito amarillo en el pecho, y la bandera sectaria del golpismo en Cataluña, la Estrellada.
Lo que no nadie puede entender es que unos jubilados quieran romper España en trozos para construir su ‘estat català’ independiente del resto de España pero, al mismo tiempo, que sean los trabajadores españoles quienes paguen sus pensiones cuando estén en su nuevo país.
Entre los miles de manifestantes, varias personas felicitaban a los españoles de Tabarnia.
Los tabarnistas argumentaban que en “Tabarnia las pensiones estarían perfectamente garantizadas, cosa que no ocurriría en el ‘estat català’”.
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