El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas ha anunciado este martes el informe «Sistema de Cuentas Públicas Territorializadas» (más conocidas como «balanzas fiscales») para el año 2013, elaborado a partir de una metodología concebida por los expertos Ángel de la Fuente, Ramón Barberán y Ezequiel Uriel. El informe evalúa la relación entre cargas y beneficios como consecuencia de la incidencia en cada territorio de los presupuestos públicos.
Los datos manifiestan una política de solidaridad redistributiva y reequilibrio económico entre ciudadanos y comunidades que sería oportuno reforzar, además de corregir la injusticia de la escasa o incluso nula solidaridad del País Vasco, que recibe dinero del resto del país pese a ser una de las regiones más ricas.
El actual criterio principal de reparto es que «quien más tiene, más paga», lo cual explica el 72% de estas transferencias redistributivas. Según el informe, «un 72% de los saldos fiscales regionales se deben simplemente a que en los territorios con mayor renta se pagan más impuestos que en los más pobres». El restante 28% «es el potencialmente más problemático» que «se corresponde con decisiones relacionadas con políticas de gasto, en algunas de las cuales podría haber una mayor discrecionalidad. Aquí tienen un papel importante la financiación regional, con un peso del 14%, las ayudas regionales (5,7%) y las subvenciones a ciertos sectores productivos (9,4%), especialmente la agricultura. Sin embargo, el gasto en infraestructuras y transporte tiene un papel generalmente muy menor en los saldos fiscales regionales, con un peso medio del 3%, así como el gasto social, en promedio, un 0,9%.»
En todo caso, las diferencias de saldo fiscal no afectan al gasto social promedio, en el que apenas interviene el Gobierno central.

Según «per capita» (euros por persona)
En términos per capita, la comunidad autónoma que más aporta es Madrid, con 2.717 euros por persona, muy por delante, con el doble o más, de los 1.364 euros de Baleares, los 1.168 euros de Cataluña, los 280 euros de Valencia y los 273 euros de Navarra.
Teniendo en cuenta las desiguales necesidades económicas, los ciudadanos que más reciben son los de Ceuta y Melilla (3.879 euros per cápita), frente a los 2.478 euros de Extremadura, los 1.935 de Asturias, los 1.839 de Castilla y León, los 1.690 de Canarias y los 1.326 de Galicia.
A continuación se encuentran los 1.179 euros de Castilla-La Mancha, los 971 euros del País Vasco, los 784 euros de Cantabria, los 731 euros de Andalucía, los 571 euros de Aragón, los 212 euros de La Rioja y los 119 euros de Murcia.
Los «más ricos» aportan más
Entre las conclusiones del estudio, Hacienda destaca que, «como cabría esperar, los impuestos soportados por los residentes de los distintos territorios aumentan con el nivel de renta, aunque con altibajos significativos que revelan diferencias de niveles de presión fiscal entre territorios, mientras que los gastos no muestran una relación sistemática con esta variable».
De esta forma, los saldos fiscales regionales se reducen, en términos generales, según aumenta la renta por persona, de manera que los territorios más ricos generalmente presentan «déficits» fiscales mientras que los de menor renta suelen disfrutar de «superávits».
Según producto interior bruto (PIB)
En total, los flujos redistributivos entre diferentes regiones ascendieron en 2013 a 29.494 millones de euros, un 2,86% del PIB de España. El informe muestra también que Madrid, Baleares y Cataluña, junto a Valencia y Navarra, que aportan 1.416 millones (1,4% del PIB) y 176 millones (1%), respectivamente, son las cinco regiones contribuyentes netas en términos de producto interior bruto (PIB). La Comunidad de Madrid aporta un 9% de su PIB (17.591 millones de euros), mientras que en Baleares contribuye con un 5.8% (1.511 millones) y Cataluña con un 5,5% (8.800 millones).
En las regiones receptoras netas, los flujos de entrada equivalieron a una media del 7,3% de su PIB. Por orden de peso sobre el producto interior, Ceuta y Melilla recibieron 654 millones, un 22% de su PIB, por delante de Extremadura, que tuvo un saldo positivo de 2.730 millones, un 16,2% de su PIB. El saldo de Asturias fue favorable por valor de 2.060 millones (9,9% del PIB), frente a los 3.569 millones de Canarias (8,9%) y los 4.612 millones de Castilla y León (8,8%).
La sexta región con un saldo fiscal positivo en términos de PIB es Galicia (6,7%, 3.655 millones), por delante de Castilla-La Mancha (6,6%, 2.465 millones), Andalucía (4,4%, 6.154 millones), Cantabria (3,9%, 463 millones), País Vasco (3,4%, 2.126 millones), Aragón (2,3%, 763 millones), La Rioja (0,9%, 68 millones) y Murcia (0,65%, 175 millones).
En este sentido, llama también la atención que País Vasco, Navarra, Aragón y La Rioja sean receptoras netas pese a ser relativamente ricas, lo cual cabe atribuir al margen de «discrecionalidad» apuntado por el informe.
